La curvatura de la córnea

25 junio 2006

El chopo

Doce de la noche, de la noche de San Juan. Los mozos de Utrillas despegaron el chopo del suelo, el cielo inmisericorde rompió en tormenta de verano y un desmedido chaparrón empapó a los jóvenes que no se amedrentaron ante el diluvio.
El cansancio hizo mella en sus rostros cuando el árbol negó su colaboración para subir apoyado en las dos crucetas. Las cuerdas tensas pero húmedas hacían más difícil la tarea. Pasó el tiempo. Las gotas huyeron hacía el este en busca del río Martín. Era el revulsivo que necesitaban. La lentitud se transformó en diligencia y la plantada se aceleró. El chopo ascendío al calor del jaleo propiciado por el público. Un vaivén inesperado llenó la Plaza Juan XXIII de gritos hasta que la verticalidad fue ostentosa. Abrazados en derredor, los mozos corean su orgullo.
Como cada año desde que el más viejo es capaz de recordar, el chopo esta plantado.