La curvatura de la córnea

18 septiembre 2006

Un texto para Alejandro Pastor

El poeta Alejandro Pastor me llevó hasta él. Estaba junto a la antigua Estación Norte, al final de la Avenida Cataluña, muy cerquita del Puente de Piedra y a tiro de vista del Pilar. Surgió de repente en medio del agua y no supe discernir si emergía de sus profundidades o, por el contrario, se sumergía para abandonar este mundo.
Su imagen triste y abatida me atrapó de inmediato y durante algunas semanas intenté escribirle una historia. Fue imposible. No podía escapar de su mirada, alejarme lo suficiente como para fabricarle un cuento, un relato o una biografía. Poco a poco lo olvidé.
Hace un par de días regresó a caballo de un sueño. Desperté alborotado y con la historia perfecta. El ordenador demoró hasta la extenuación su arranque, abrí el procesador de textos y empecé a teclear sin descanso.
A cada línea, más lentitud. Un mundo para escribir cada párrafo. Desesperé, como siempre, demasiado pronto, a tan sólo dos folios. Me había vuelto a atascar y mi dragón favorito se quedaba otra vez sin cuento. Prometo que lo seguiré intentando, aunque sólo sea para dedicarle el texto a Alejandro Pastor.

6 Comments:

At 18 septiembre, 2006 17:10, Blogger El detective amaestrado said...

Que terrible es cuando se atasca una historia...

 
At 18 septiembre, 2006 20:20, Blogger Paula said...

Parece que la historia está ya en ti, tú mismo lo dices:
"Desperté alborotado y con la historia perfecta"

Intenta recuperar ese despertar. La historia volverá sola, porque ya está hecha

Suerte, compañero

 
At 18 septiembre, 2006 20:24, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Detective.
Cierto, terrible y, para mi, frustrante. Aunque a este último adjetivo estoy abonado porque nunca estoy contento con el resultado, tan lejos de lo que soñé :-(

 
At 18 septiembre, 2006 20:27, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Paula.
A veces me pasa, tengo que dejar reposar la historia... alguna lleva reposando un par de años ¡¡¡y eso tampoco debe ser así!!!

Pero tienes razón, sé lo que quiero contar aunque aún no he encontrado el camino para hacerlo, entre otras cosas, porque llevo un par de semanas huyendo del teclado.

Y...¡Gracias compañera!

 
At 21 septiembre, 2006 21:31, Anonymous Anónimo said...

Esto no se hace...Solo puedes hablar de ese relato cuando lo hayas acabado y yo vea el contenido, encabezado por una dedicatoria a alguien que no se la merece.

Retruecano

 
At 22 septiembre, 2006 19:16, Blogger Javier López Clemente said...

ay, ay, ay Retruecano.
Esta previsto que cuando pueda desenmarañar ese relato pase por su garras implacables y conseguir el marchamo de aceptable, ya sabe de mi dependencia de las opiniones ajenas. Hasta ahí todo correcto pero, al menos, deje a mi libre albedrío las dedicatorias.

 

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