La curvatura de la córnea

06 octubre 2006

Poemas como rosas

Para David y su jardín de rosas.

Recogí de mi bandeja de entrada el ramo de rosas que me envió Demetrio. Imprimí tan tentador poemario como quien lleva la hora, literalmente, pegada al culo. (No dejo de asombrarme, y perdón, por haber escrito en la misma frase: poemario y culo)
La precipitación venía determinada porque tenía que hacer de niñero. Mis cuñados tenían la mañana ocupada con sus trabajos y mi sobrina guardaba cama con algún retro virus o virus tecno o…¡vamos, que no estoy seguro! Atendí con paciencia a todas las indicaciones de pastillas, jarabes, zumos, purés, baberos, termómetro y no sé cuantas zarandajas que, lo reconozco, empezaba a asustarme.
Paula y yo nos quedamos solos, ella dormía sin ningún miramiento así que aproveché para extender sobre la mesa del comedor los poemas de Demetrio. Estaba nervioso y no conseguía el sosiego necesario para leer con tranquilidad. Para mi era todo un evento poder leer aquellos textos. Me puse serio e intenté leer con la ortodoxia que me enseñaron en el colegio. Primero la primera hoja, después la segunda y así sucesivamente. Nada más alejado de la realidad. Las pasé sin orden ni concierto. Fui de adelante hacía detrás y viceversa. Di saltitos entre las impares y no me atreví con las pares menores de 18. Me detuve en muchos versos a la vez que sentía la necesidad de leer, inmediatamente, los siguientes.
Este caótico comportamiento fue solucionado por la realidad. Paula comenzó a gimotear, pucheros, lloritos, más gimoteos, absorbió los mocos en varias ocasiones y rompió en un llanto de tropecientos decibelios. Puse todo lo mejor de mi escasa experiencia con arrumacos, cancioncillas desentonadas, ea ea la nena, hice el pino, el mono, imité a Chiquito de La Calzada, al Neng y a Demetrio Bisbal. Poco a poco me hice con la situación. Paula se arrulló en mi pecho y volvió a dormirse tras beber un poquito de agua.
Ya no tenía ganas ni para versos, ni para rosas, ni para zambullirme en el mundo onírico de pétalos, pasión y engaños. Pasé el resto de la mañana sesteando en el sofá, aniquilando mi propia personalidad abstraído por el tentador ejercicio del zaping.
Regresó mi cuñada contenta y agradecida con mis prestaciones como niñera. Yo volví a casa deseando continuar la lectura.
Migue ya se había ido al trabajar en el turno de tarde. Sentí la casa vacía pero un excelente olor en el dormitorio y el pasillo me devolvió el ánimo. Era su perfume. Comí poco y me dispuse a saborear tan apetitosos poemas.
Sonó el teléfono. Era mi cuñada con la voz un poco alterada. «Hay un tremendo revuelo en toda la escalera porque un intenso olor a rosas se ha propagado por todo el edificio. Y ese olor, Javi, proviene de mi casa. ¿No habrás estado haciendo alguna de tus excentricidades aprovechando mi ausencia, verdad?»
No respondí. Más tarde recordé uno de los poemas

Las rosas no existen que no las he visto.

Su fragancia perturbadora persigue mis pasos,
se atrincheran en la parada del bus.

Camino asustado sobre pétalos y hojas
para huir del miedo.

Busco rosas por las esquinas y barandas
del querer. Rosas campestres del pasado.

En la floristería añil del alma:
Claveles y violetas.
En el tiesto húmedo del corazón:
Margaritas con pétalos del sí.
Por los trigales marinos del amor:
Amapolas.

Busco rosas que no encuentro.

Ahora os tengo que dejar porque un aroma de rosas esta invadiendo la habitación. La fragancia parte del teclado, del monitor, de la impresora. Empiezo a marearme y tal vez debería reiniciar el equipo.

10 Comments:

At 06 octubre, 2006 22:28, Blogger El detective amaestrado said...

Hasta aquí me ha llegado...Es la primera vez que en lugar de virus me entrar rosas en el ordenador.
Un abrazo por ello, Javier

 
At 07 octubre, 2006 18:41, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Detective.
¿Hasta aquellos lares se ha propagado el asunto? ¡¡Dios santo!! pero te dejo porque esto no ha terminado... hay alboroto en la calle...una sirena...te dejo!!!!
Un abrazo no amaestrado :-)

 
At 08 octubre, 2006 00:42, Blogger gaia56 said...

también a mi me ha llegado... el aronma de las rosas.
¡qué buena presentación!

 
At 08 octubre, 2006 19:27, Blogger Paula said...

Por fin encuentro la explicación a este aroma que está invadiendo la ciudad... Creí que era la alegría de las fiestas, ahora veo que su procedencia es completamente córnea.

Un abrazo, a mi me encanta cómo escribes, Javier.

 
At 09 octubre, 2006 01:27, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gaia
las rosas y su aroma. La historia continúa, en cuanto tenga un minuto para sentarme con tranquilidad al teclado... si me deja la autoridad

 
At 09 octubre, 2006 01:29, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Paula.
La ciudad, además de a rosas, huele a fiesta y ojalá este aroma llegue a todos los córneos.
Un abrazo, encantadora cocinera.
:-)

 
At 09 octubre, 2006 16:09, Anonymous Anónimo said...

No tengo palabras; que hermosura... y que aroma!!

 
At 09 octubre, 2006 18:15, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Lamima.
Y el aroma continúa en derredor, salta por la ventana...

 
At 10 octubre, 2006 18:37, Blogger Gubia said...

Que bueno es volver a leerte después de unos días sin poder hacerlo por culpa del trabajo y descubrir esta maravilla. Me ha gustado mucho, huelo a rosas desde mi pantalla, desde este rincón a media luz desde el que te leo. Un abrazo Javi.

 
At 10 octubre, 2006 23:59, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia.
Al parecer el fenómeno no tiene control ¡¡¡y cuanto me alegro!!!
Un abrazo.

 

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