La curvatura de la córnea

09 agosto 2009

“El Detective Amaestrado” un libro de Samuel Rodríguez


Samuel Rodríguez publicó la primera entrada de “El Detective Amaestrado” en junio del 2006, eso es fácil de comprobar, sin embargo, soy incapaz de situar en el tiempo cuando caí en esa magnífica bitácora.
Sucedió durante una de esas noches de deriva bloguera y desde entonces las visitas a “El Detective Amaestrado” pasaron de ser diarias a objeto de peregrinación, un lugar para encontrarme con el maestro. Samuel bautizó mi presencia cibernética con el término de “córneo”, ese fue el origen del ya tradicional “Salu2 Córneos” con el que termino mis comentarios en la blogosfera.
El día de San Severiano, tras quince intensos meses de lecturas, comentarios y respuestas, El Detective Amaestrado cerró el blog. Fue una buena excusa para mirar atrás, recopilar todo lo escrito y regalarle a su madre un montón de folios que demostraban eso que todos decían de su hijo. Samuel — puesto a imprimir y tras escuchar la recomendación de algunos amigos — envió un par de copias. Ediciones Idea, haciendo gala de su nombre, recogió el guante y decidió publicar negro sobre blanco unos textos que nacieron en la blogosfera.
Samuel Rodríguez buscó una salida al laberinto que lo cercaba y se encontró con El Detective Amaestrado, un personaje cansado de tanta realidad que nos confiesa la necesidad física de recibir mimos. Tal vez fue la empatía que sentí por una afirmación tan revolucionaria lo que me llevó a un estado de lectura amable y a dos conclusiones: Este volumen no es apto para virtuosos de la faca y francotiradores literarios, absténganse ambas especies de bucear en estas páginas que se nutren de recuerdos cotidianos y fotografías de realidad para fluir hasta terrenos jalonados por la creatividad. Sin embargo, el autor no pretende desorientar al lector con las volteretas de su escritura y nos recuerda que la tozuda realidad sigue ahí, paciente, al acecho: “Una canalla con la que hay que aprender a convivir”
La pasión por las librerías recorre todo el libro, vocación de un sabueso y la aventura de husmear en los anaqueles donde reposan los ejemplares que alimentaran el deleite de la lectura en su sillón de orejas. El proceso de búsqueda, elección y compra puede ser tan estimulante como el propio hecho de la lectura, es posible que una adquisición muy satisfactoria termine en chasco, pero no importa porque el mecanismo se volverá a repetir una y otra vez en Canarias, en el Reino de los Godos y en cualquier lugar donde el autor ponga los pies.
Samuel Rodríguez es el alter ego de El Detective Amaestrado, un profesor impregnado por la pasión de contar historias, mostrar sentimientos y demostrar que los compartimentos emocionales son la solución de los estúpidos. Las herramientas imprescindibles en el oficio de contar son las palabras, instrumentos que en manos de Samuel, de su alter ego, o de vaya usted a saber, se convierten en las piezas de un análisis sintáctico, armas del conocimiento, aludes encadenados, personificaciones y un sin fin de piruetas emparentadas con el divertimento y la filigrana como parte del juego de escribir
La amabilidad del café con leche y una buena conversación en la barra de un bar son algunos de los disparaderos que se me ocurren para abordar multitud de temáticas que, entre otras, van desde el diario de viajes de un insular traqueteado por los vagones de la RENFE, recomendaciones musicales, consignas para no sentirse vencido, negocios alternativos, un compendio de ortografía sentimental y una propuesta en firme para invadir Flandes.
“El Detective Amaestrado” es un libro que pide paciencia y huye de lecturas de corrido. Incluso me atrevo con una recomendación: Deja un ejemplar junto al lugar dónde desayunas y cada mañana, antes de ingresar en la realidad de la productividad, los informativos y las telenovelas, date el gustazo de saborear una de sus historias y deja que te acompañe durante toda la jornada. Un toma diaria hasta terminar las doscientas noventa y una entradas y entonces, comenzar de nuevo.
“El Detective Amaestrado” un libro de Samuel Rodríguez que promociona la lectura cíclica en calendario Non Stop.

Etiquetas: ,

2 Comments:

At 10 agosto, 2009 14:54, Blogger El detective amaestrado said...

Desde Coimbra, y a la caza de librerias...un abrazo emocionado por tus palabras...

 
At 15 agosto, 2009 01:13, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Samuel

Esto no es todo... el lunes un poco más ;-)

Salu2 córneos.

 

Publicar un comentario

<< Home