La curvatura de la córnea

25 junio 2012

Y que pasen otros veinticinco


Nuri y Jesús en las Fiestas de los Mozos de Utrillas 2011

El sábado celebramos las bodas de planta de Nuri y Jesús, la unión entre Las Parras y el monte Gurugú. Ahora que todo es de corta y pega, de quita y pon, me alegra mirarlos y recordar sus besos en el Pub Atlantic que yo no podía dejar de mirar, atraído por la admiración.
A Jesús lo admiraba porque a su lado aprendía a manejar la ironía de las palabras, la frase afilada y un humor, que yo percibía como “de adultos” Un lugar al que yo aspiraba llegar: Beber “canarios” en la barra de Las Vegas, cazar gatos con un Mini, volver marcha atrás de las fiestas de algún pueblo y tener la óptica para descubrir la parodia de la realidad. Y esa mañana en la Plaza del Ayuntamiento cuando los dos, con llave inglesa en mano, nos partimos de la risa ante un montón de piezas metálicas, tuercas y tornillos, un mecano para montar un escenario que fuimos incapaces de descifrar.
A Nuri siempre la miré con fascinación. Me atraía su arrolladora personalidad y la explosión de sus palabras, verbo desatado que nace huracán, te envuelve, te zarandea, te lleva, te trae, te arrastra, te eleva, te agita y cuando parece que se te va a comer, entonces amaina dulce y cariñoso. Bajo esa piel de arrebato, que se avista como fortaleza inexpugnable, fluye la sensibilidad, el Caribe y la calma. Una compleja paleta de colores que aflora en el lienzo de la vida. Nuri combina en los latidos de su corazón la frescura de la acuarela y la sabia profundidad de un óleo. Aunque parece una mezcla imposible, ella nos muestra el cóctel de su personalidad con franqueza, energía y honestidad. Dicen que ese gesto es de valientes, pero a mi me parece que Nuri es el fruto que nace de la buena gente, ¡¡y que coño!! ¡¡Que no todo el mundo puede nacer en Las Barriadas del Sur!!


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13 junio 2012

“Soy sola…” una función de la compañía Romperlanzas

Oscar Aguirre y Javier Harguindeguy. Foto de Luís Puyuelo

El pasado viernes 8 de junio asistí al estreno mundial de “Soy Sola…” Fue en el Espacio Parakultural Gromeló, un lugar mágico dentro del bar La Caja Tonta de la calle Comandante Repolles de Zaragoza. Supe que me encontraba en un sitio diferente cuando una voz oculta tomó el megáfono e invitó al respetable a subir por una escalera que llevaba al patio de butacas de una sala de teatro. Una simpática señorita, al lado del primer peldaño, vendía las entradas que además eran un vale de cerveza y el registro para usar el correo electrónico como si fuera un boca a boca, y conseguir difundir la programación de la sala. La voz oculta y la simpática señorita se transformaron poco después en los actores de “Soy sola…”
Soy sola… son dos seres solos atrapados en la misma realidad. El poder, sobre una tela de araña, se ejerce desde el sometimiento del fuerte sobre el débil. Soy sola… son dos destinos enfrentados a la soledad, y cada uno de ellos lo hace a su manera.
Mariluz, incapaz de construir su propio discurso, calla o canta el de los demás. Sueña el mundo a través de las canciones y algunas veces repite la oración de las oraciones, una plegaria que, aunque no la va a sacar de la trampa de su vida, tal vez la redima, durante el breve tiempo de un suspiro, en la araña de encaje rojo que gobierna el mundo
Ella es el vendaval de la palabra y el discurso. El alboroto que remueve la mala baba, el egoísmo centrífugo y tanto dolor acumulado que, el aliento pasajero del placer será el único bálsamo para su ira. Un remedio efímero, como usted y yo sabemos.
Soy sola… es una obra de teatro construida gracias al enorme trabajo de dos actores. Javier Arguindeguy  y Oscar Aguirre son Ella y Mariluz. Javier lleva el peso de la palabra, un enorme abanico de giros, intenciones, susurros cariñosos y terribles gritos que Oscar siempre recibe en silencio y contesta con los ojos, con la mueca de sus labios, unas veces duro como pared de frontón y otras blandito como la almohada que invita a soñar. La representación muestra el excepcional trabajo de estos dos actores para construir los personajes y sus relaciones como ejemplo del paradigma entre el poderoso y el servil. Una interacción que, aunque comienza con una brillante muestra de los aspectos físicos y el completo dominio del cuerpo y el espacio, pronto deriva en el matiz de gesto pequeño, las miradas y los silencios. El contacto físico tiene la virtud de permanecer siempre presente, unas veces es de piel contra piel pero otras germina en la distancia, esa magia incomprensible de estar separados por el espacio pero unidos por la dramaturgia.
Javier y Oscar nos regalaron, junto con la aportación artística de Hernán Romero y la dirección del propio Harguindeguy, una lección magistral de cómo el actor se enfrenta al hecho teatral hasta generar vida con las palabras y el aire que las envuelve, que la musculatura de la función se alimente del subtexto y transforme la lectura entre líneas en arte escénico.
“Soy sola…” nos invita a observar un espacio de nostalgia que también es jaula hostil de sentimientos, cajón de sastre para los recuerdos y cocina que derriba la cuarta pared. Una función porosa que permite la risa frente a las miserias y sentir esa extraña paradoja de adorar con la misma intensidad al bueno y al malo porque en el teatro, como en la vida, las cosas casi nunca son como parecen.
“Soy sola…” es una función imprescindible que les permitirá comprobar como a unos centímetros de sus ojos, mirada de espectador, dos titiriteros son capaces de mudar su piel, epidermis de actor, en una acaricia tierna y áspera, sólo el destino o ustedes serán capaces de inclinar la balanza de este mundo y sus miserias.
“Soy Sola…”
Todos los viernes de junio a las 22 h
Reserva tus entradas:
esparakulturalgromelo@gmail.com
655552486
Espacio Parakultural Gromeló
Comandante Repolles 21, Zaragoza.

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11 junio 2012

Discurso de las armas y las letras, un poema de Enrique Cebrián Zazurca

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08 junio 2012

ZGZ Fashion Week con MicroTeatro Zaragoza

ZGZ Fashion Week ha llegado a la ciudad de la mano de MircroTeatro Zaragoza. El Albergue Municipal se transformará en una pasarela durante los próximos viernes y sábados a las 20 y 21 horas, hasta el 7 de Julio. Unos días excitantes alrededor del mundo de la moda.
ZGZ Fashion Week viene para revolucionar el mundo de los desfiles de moda, un espectáculo que los simples mortales sentíamos como catódicos, el tiempo previo al Telediario del medio día. Pero ZGZ Fashion Week cambiará esa percepción porque mostrará todo lo que hasta ahora había permanecido oculto. El público será un elemento fundamental porque, tras desterrar su habitual función de mamífero vertebrado pasivo sentado en un sofá, su mirada será uno de los principales protagonistas del evento.
 Los espectadores que se acerque hasta la ZGZ Fashion Week disfrutaran de la glamurosa reportera Asún Paya. Ella será la encargada de recibir a los famosos al pie de la alfombra roja y entrevistará a Blanca Nera, la modelo que ahora mismo es Top Number One en todas las revistas especializadas. También han confirmado su presencia los dos diseñadores más influyentes del momento: El jovencísimo Bruno Brunelleschi, como representante de la elegante mezcla del folkdress con el GymAir, y Giorio Stroheim, Master del Universo Clásico e Imperecedero,  un incansable moldeador de la fantasía y promotor del Spanish Abanico Cool.
ZGZ Fashion Week aumentará la excitación cuando el público llegue al otro lado de la alfombra roja, allí podrán ver las tripas del mundo de la moda. Un viaje a la madriguera de la belleza, el estilismo y el glamour de la mano de Pave Chapman, nadie como él conoce los entresijos de este negocio y sus múltiples facetas artísticas.  De su mano visitaremos los camerinos de las divas Zsa Zsa y Sabía Pía, dos de las modelos más internacionales con un desconcertante espíritu de sacrificio. Ellas son el vivo ejemplo de una máxima: El único camino para conseguir una carrera estelar es el esfuerzo y la dedicación, cueste lo que cueste.
ZGZ Fashion Week también es cosa de hombres. Los modelos Doyle Bronston y Spiros Zulawsky mostraran su lado más humano para sacar del error a todos aquellos que piensan que detrás de una cara bonita, o unos abdominales de tableta, es imposible encontrar un rastro de inteligencia. Bronston y Spiros son dos chicos con un corazón entrañable y un cerebro a punto de regalarnos las mejores flores.
ZGZ Fashion Week aún irá mucho más lejos y dejará a la luz aquellos aspectos técnicos que no estamos acostumbrados a ver, y por lo tanto, a valorar. El denodado esfuerzo de Sanda. Una manager capaz de pasar veinticuatro colgada a su celular hasta conseguir los mejores desfiles y los mejores emolumentos para sus representados. Valeria y Giusepe representan a maquilladoras y peluqueros, puntales fundamentales para perfilar rostros, cardar pelos y construir mitos sobre la belleza corporal y el equilibrio emocional
ZGZ Fashion Week es el resultado del trabajo de Mila Sorrento, un cerebro preclaro capaz de poner en marcha toda la maquinaría. Una mujer que pondrá su talento y paciencia al servicio del glamour y el style del ZGZ Fashion Week, un escaparate internacional para mostrar al mundo el nuevo concepto de moda maño&cañí. La vanguardia que apela al sentido del humor del espectador, y le invita a implicarse en el desarrollo de este interesante proceso creativo. Una revolucionaria visión que mostrará como los estereotipos a veces son verdad.

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07 junio 2012

Presentación de “Insomnia, relatos para no dormir”

David Jasso, José María Tamparillas, Oscar Bribián y Roberto Malo

Ayer a las 20:00 horas con temperatura de verano y dentro de los actos programados en la Feria del Libro de Zaragoza, se presentó en el Patio del edificio de Capitanía  la antología “Insomnia, relatos para no dormir” (Grupo AJEC). En el acto han intervenido cuatro de los trece autores antologados.
José María Tamparillas fue el primero en tomar la palabra. La editorial, afirmó, dejó las manos libres para que NOCTE (Asociación Española de Escritores de Terror) eligiera una colección de relatos premiados o editados con anterioridad. Así que, aunque este libro no guarda una unidad temática ni formal, la ecléctica selección de relatos y la longitud media de cada uno de ellos lo convierte en un libro ideal para el aperitivo o la mesilla de al lado de la cama. Un variado manjar para abrir al azar y degustar el terror, el escalofrío  o la tristeza melancólica de una lágrima.
Roberto Malo recordó que todos los relatos eran unos trabajos selectos, incluso el suyo que, titulado “El contador de personas” trata de un oficio en desuso pero que tuvo sus momentos de esplendor. Hubo una época en la que una persona se dedicaba a contar la gente que entraba en los cines. Malo, aunque estuvo de acuerdo con su compañero en abrir el libro al azar, recomendó hacerlo por la parte central, más concretamente por la página 90, que es dónde comienza el suyo.
Oscar Bribián puso en valor que cinco autores, más el autor del prólogo, son de procedencia aragonesa. Afirmó que su relato nació con materiales tan reales como el barrio Universidad de Zaragoza, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía y otra de la Policía Local. Una casa con olor a descomposición. Un vagabundo, su perro y los restos de un cuerpo devorado al que le falta la cabeza. A partir de ahí comienza el terror.
David Jasso tomó la palabra en su doble condición de autor de uno de los relatos y de Presidente de Honor de NOCTE. Comenzó por ampliar los lugares en los que era conveniente leer este libro de relatos y afirmó, que la longitud media de los relatos es ideal para leerlos en el WC. Como autor dijo que su relato era demasiado corto para hacer un resumen, y confesó que cuando comenzaba a escribir nunca sabía cual sería la temática de la historia, aunque el inicio, continuó,  siempre se dispara con una imagen que, para el relato de esta antología, fue una adolescente abrazada a un árbol como ofrecimiento  a la Naturaleza.
El señor Jasso colocó su voz en un tono más grave y nos comunicó que se había transformado en el Presidente de Honor de NOCTE, una asociación con seis años de vida y que nació para agrupar a escritores con intenciones de profesionalidad, ganas de tomarse unas cervezas y cumplir los estatutos que recuerdan la obligación de dignificar la literatura de terror mediante el ejercicio de la escritura de la manera más creativa y honrada posible.
José María Tamparillas volvió a tomar la palabra para hablar de su relato, un texto que vio la luz en un monográfico de la revista “Calabazas en el trastero” dedicada a las tijeras. A Tamparillas le gusta situar sus historias en lugares que conoce, esta vez la aventura transcurre en un bar y bajo una pregunta ¿qué hace en la actualidad un director de cuando el cine se apellidaba “de destape”? El relato, afirmó, es una cariñosa historia de fantasmas, costumbrista y urbana.

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05 junio 2012

Un poema de María Pérez Collados

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04 junio 2012

Vilas versus Royuela: El límite de la novela

Juan Bolea, Fernando Royuela y Manuel Vilas en la Feria del Libro de Zaragoza 2012

La tarde del domingo transcurría entre las páginas del periódico, el baño de realidad era tan agobiante que el mensaje en facebook de la Feria del Libro de Zaragoza me puso las pilas: 19:00 h Patio del edificio de Capitanía. Conversación literaria entre Fernando Royuela (Todas las mentiras del mundo, Alfaguara), y Manuel Vilas (Los inmortales, Alfaguara) en torno al tema: "Los límites de la novela".
Juan Bolea era el encargado de catalizar la charla. Tras las presentaciones de los espadas, y con buen criterio, pidió quitar un extraño mecanismo de refrigeración que emitía un ruido insoportable. La eliminación de los decibelios dejó campo libre para los invitados. Comenzó Vilas por reconocer que, aunque no se tenía por un explorador, sus novelas, al menos para la crítica, se mueven en el límite del terreno formal Soy un realista, afirmó, que incorpora temáticas sociales del siglo XXI como a mi me da la gana ya al que le apetece recorrer otros caminos, pero siempre con el máximo respeto a la narración de una historia, porque en eso radica una novela. El lector aceptará el pacto que se le ofrece si observa que lo que se cuenta es interesante y tiene que ver con la vida. Si la novela, con independencia del formato, es la representación de la vida, el lector estará ahí.
Fernando Royuela reconoció que, aunque la narración es esencial, hay otros dos elementos imprescindibles: Una determinada cosmovisión y el estilo, esa voz que nos cuenta una determinada historia y una particular visión del mundo. Es en el estilo dónde radica la capacidad artística, la grandeza de la literatura. Con la mezcla de esos tres elementos se pueden obtener toda la gama de escritores que Royuela distinguió entre los que cervantean, y por lo tanto ponen el acento en la narración, o los que quevedean para poner lo esencial en la visión. Lo más importante en ambos casos sería demoler la realidad para devolverla al lector con un abanico de intenciones moralizantes o no. Royuela también dividió el tipo de novelas desde el punto de vista técnico. Las cerradas serían aquellas en las que  la aportación del lector consiste en meterse en la fábula y ser espectador de la misma. Otras novelas son abiertas y recorren caminos experimentales poco trillados y que apelan constantemente al lector. Royela confesó que sus primeras obras nacieron de un estallido emocional que le llevó hasta la creación. Fue con posterioridad cuando reflexionó sobre el hecho de la creación. En ese recorrido creativo lo que más le interesa de la construcción de una novela, por encima de la técnica, es conseguir que los lectores no se aburran. El límite de la novela, afirmó, está en el entretenimiento que conecta, germina y transforma, y esos logros pueden venir tanto por la historia como por el formato.
Vilas, para dejar las cosas claras, se confesó cervantino y alabó el Quijote como esa asombrosa obra donde dos tipos del mismo pueblo van por el mundo pasando las vicisitudes con miradas diferentes. Una road movie ambigua. Y eso es lo que le interesa a Vilas, que las historias tengan una calculada ambigüedad, que no lo cuenten todo, una representación inteligente de la realidad. Que la imaginación domine la narración para contar cosas que sorprendan.
Juan Bolea, en este punto de la conversación, preguntó por la falta de “ismos” generacionales, de etiquetas tan de moda en otros tiempos narrativos. Royuela afirmó que no hay corrientes porque la diversidad es absoluta y cada autor va construyendo su obra como le viene en gana, en función de su propio criterio y bagaje intelectual. Para encontrar una corriente es necesario sensibilidades comunes en lo artístico. Las etiquetas, afirmó, tienen un trasfondo industrial para vender libros y están muy marketizadas.
Vilas recordó como el fenómeno “Nocilla” fue ilusionante porque consiguió que una novela destinada a vender entre ochenta y trescientos ejemplares alcanzó más de treinta mil en un fenómeno dónde los lectores decidieron buscar otro tipo de literatura. Pero ese fenómeno no hace generación, replico Royuela, porque el número de ejemplares y de autores de la novela de cariz decimonónico triunfa sin lugar a dudas. La novela, como artefacto del siglo XIX, tiene el reto de construirse con nuevas técnicas como la auto ficción que mantiene al lector cómplice y activo.
Vilas estuvo de acuerdo y subrayó que la novela del siglo XIX no ha desaparecido aunque algunos lectores modernos pueden sentirse incómodos, sin embargo aunque el negocio del planteamiento-nudo-desenlace sigue siendo el top editorial, el mercado cobija todo tipo de estructuras, y recordó que si en una novela del siglo XIX buscas la representación de esa época, cualquier novela del siglo XXI debería aspirar a representar estos tiempos.
Abierto el turno de preguntas desde el público se expuso la duda de si existe el peligro de que, alcanzado un estilo propio, se convierta en un corsé o una fatalidad.
Fernando Royuela dijo que el estilo cambia con la experiencia y está supeditado a la novela que pide una forma concreta. Tan malo, continuó, como mantener el estilo puede ser el travestismo. Para eso, afirmó sonriente, se puede escribir con otros nombres.
Manuel Vilas fue rotundo cundo dijo que escribir bien no le interesaba mucho. Al autor oscense lo que de verdad le interesa es meter la vida dentro de la lengua.

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02 junio 2012

Forega versus Zazurca: Fin del neorrealismo

Zazruca y Forega en la Feria del Libro de Zaragoza conversan sobre el fin del neorrealismo poético.

Esta mañana tendía la colada y al otro lado de la calle, mi vecina hacía lo propio. Colgar la ropa mojada de una pinza nunca me pareció una actividad especialmente poética, sin embargo, la imagen de la vecina del otro lado de la calle era pura poesía.
¿Es posible que lo cotidiano sea poético? Aceleré el resto de las tareas domésticas porque la respuesta a mi duda se encontraba en la Feria del Libro de Zaragoza. Manuel Forega y Enrique Cebrián Zazurca nos invitaban a un debate para dirimir cuando llegará el final del neorrealismo.
Antes de comenzar el combate, que no fue tal, Zazurca recordó que estas charlas tuvieron una versión catódica cuando Juan Luís Saldaña era El Maquinista de la General y los enfrentaba para que riñeran. Pero lo que son las cosas, muchas veces los anunciados rifirrafes terminaban en acuerdos y Saldaña, como buen hombre de televisión, se cabreaba por la poca sangre que entregaban a la audiencia, esa entelequia ávida de grescas. La anécdota era el salvo conducto para garantizar guante blanco y yo les advierto que las líneas que siguen son una diminuta expresión sobra todo lo expuesto por estos dos púgiles de la palabra: Forega versus Zazurca suena a una final del Campeonato del Mundo de los Pesos Pesados de la década de los setenta.
Forega comenzó la conversación y situó el término neorrealismo en la necesidad de un lenguaje sencillo, sin culturalismos y exento de mitos e iconografías para ser entendido por la sociedad.
Zazurca subrayó la voluntad de verosimilitud que los poetas de la experiencia aportan a su obra que, aunque a veces nace desde la anécdota personal, intenta alcanzar el estatus de categoría. Un ejercicio que se libra desde el lenguaje claro, el tono coloquial, la ironía y una ineludible voluntad de reflexión. Recordó que muchas veces el lector confunde la personalidad real del poeta con un yo poético en la voz y una ficción en lo narrado, dos intenciones que siempre lleva hasta la literatura. Renunció a ceder el espacio de lo intelectual a la poesía del lenguaje o del pensamiento frente a la poesía de la experiencia y defendió que, desde lo sencillo se puede alcanzar una gran carga poética. Zazurca defendió que, después de dos generaciones poéticas con gran carga realista, la poesía de la experiencia no se encuentra en su recta final. Tal vez no haya una primacía, continuó, y conviva con diversas corrientes que traerán los nuevos tiempos y sus cambios sociales, políticos y económicos.
La psicoanalista Mónica Gorenberg, habitual dinamizadora de eventos culturales,  tomó la palabra  desde el patio de butacas y apostó por una poesía que escape de lo obvio de la realidad a través del lenguaje. Hay que buscar otras salidas, afirmó, porque quien presuntamente se dirige al pueblo, a través de la poesía social, se encuentra con un pueblo que no quiere que se le hable desde la poesía, y al que le hizo creer que todo el mundo puede escribir.
Forega tomó el relevo para subrayar que el estilo realista a veces oculta una falta de oficio a la ahora de manejar el lenguaje. Zazurca terció para recordar que escribir claro y sencillo no es un ejercicio para facilitar la comprensión o una falta de recursos, al contrario, es una apuesta estética y ética de sencillez y claridad sin ninguna intencionalidad elitista. La poesía de la experiencia de la actualidad no es la poesía social de los años cincuenta. La poesía actual está comprometida con la realidad y, exenta de voluntad culturalista, se construye con muchas referencias que no apabullan.
Ambos autores estuvieron de acuerdo en citar hasta cuatro poetas aragoneses que, alejados de los terrenos realistas, construyen una poesía diferente y de muy valiosos quilates: Jesús Jiménez, Miguel Ángel Ortiz Albero, Miguel Serrano y Juan Marqués. Forega y Zazurca aprovecharon este acercamiento y apostaron, con independencia de las etiquetas, por la regeneración léxica y estética de la poesía y, cuando la hora tocaba a su fin, Fernando Burbano alzó su voz desde el público para recordar que, ante la abrumadora minoría dedicada a la lectura de poesía, lo mejor que podían hacer los petas era hacer lo que a cada uno del venga en gana, eso si, bajo la premisa que enunció Ildefonso Gil: La poesía o es poesía o es nada.
 Cuando llegué a casa el sol estaba en su cenit, la vecina de enfrente recogía la ropa seca y yo, por el placer de volver a mirarla, también recogí las camisetas del trote cochinero, los pantalones fosforescentes del trabajo y treinta y seis calcetines negros entre sostenidos y bemoles.

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